Golden Teacher

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FuГ­ con un amigo a un parque y tomГ© 1.4 gramos de Psilocybe Cubensis. Mi amigo no tomГі nada.
Al principio sentГ­ un leve mareo, y notГ© como poco a poco iba perdiendo la capacidad de mantener una conversaciГіn. Me resultaba casi imposible recordar o imaginar situaciones. Solo podГ­a vivir en el presente; contemplar simple y llanamente cuanto me rodeaba, admirando la belleza natural de las cosas.

Una infinidad de colores vivos palpitaban dentro de cada objeto bailando de una manera mГЎgica, y hasta el mГЎs simple de los objetos se volvГ­a todo un universo de complejidad. Dos hojas del mismo arbol resultaban completamente diferentes una de la otra, tГЎn imposibles de comparar como lo son el agua y una roca.

Cada vez prestaba menos atenciГіn a lo que mi amigo me decГ­a. todo lo que me contaba me parecГ­a demasiado aburrido, y preferГ­a seguir observando el mГЎgico baile de colores de cualquier objeto. Por otra parte yo intentaba contarle a mi amigo lo que veГ­a, las maravillas que estaban ahГ­, al alcance de la mano, pero me era imposible comunicarme con Г©l. En mi cabeza los conceptos se entremezclaban y no concГ­a palabras para expresar las sensaciones y estados de ГЎnimo que atravesaba.
Luego adquirГ­ un estado de conciencia complicado de explicar. Me liberГ© de las necesidades bГЎsicas del cuerpo. Hablar de algo que no fuera espiritual me parcГ­a carente de toda importancia. HabГ­a entrado en contacto con mi espГ­ritu. siempre habГ­a estado ahГ­, pero ahora era consciente de ello. SentГ­ que formaba parte de un todo infinito que compone el universo.

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Salimos del parque. El hecho de no estar rodeado de naturaleza me entristecГ­a. VeГ­a carreteras saturadas de trГЎfico y gente encerrada en si misma, preocupada por banalidades y ajenas a la belleza del mundo. sentГ­ lГЎstima.
Cruzando por un paso de peatones el semГЎforo se puso en rojo, pero seguГ­ cruzando al mismo paso.

El que un coche pudiera atropellarme no era motivo suficiente para hacerme avanzar mГЎs rГЎpido. SentГ­a que lo Гєnico que podГ­an hacer era acabar con el vehГ­culo de mi espГ­ritu que es mi cuerpo. Le perdГ­ el miedo a la muerte.

Luego fui bajando, descendiendo lentamente de la consciencia espiritual a la terrenal. cada vez me interesaba mГЎs por lo que me decГ­a mi amigo, y mis incoherencias, si bien distaban mucho de convertirse en una conversaciГіn racional, iban cobrando matices inteligibles. Me llevГі bastante tiempo bajar lo suficiente como para poder hablar con mi amigo sin distraerme. SeguГ­a siendo incapaz de ponerme en situaciГіn. Conforme la uniГіn con mi espГ­ritu iba desapareciendo volvГ­a a ser vulnerable al miedo.
Finalmente lleguГ© a mi casa y acabГ© viendo el seГ±or de los anillos

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